Por fin, lo último que me queda por teñir en la habitación del adolescente, son unos cubos de madera natural (siiiiiiii, por eso lo de más madera, por no titularlo !que coñazo de madera natural!, me parecía que quedaba feo) pero después de teñir la cama y otra estantería de verde ya parecía que me estaba pasando de verdor, y con eso que llaman los diseñadores "compensar los colores", estos cubos que van a servir de mesitas de noche he pensado teñirlos de negro y ahí si que no he recurrido a Ikea , sino al Lidl y a su betún negro, es un truco que me enseño una anticuaria , el betún negro le da a todo un toque "vintage", a las pruebas me remito:
Este espejo lo encontró mi santo tirado en la calle y él todo lo que ve aprovechable se lo trae a casa, tenía un marco dorado espantosamente brillante así que como es normal lo mire con cara de asco ,un bote de betún negro después y pasó a tener este aspecto de "espejo heredado de la abuela" que queda fenomenal en la pared de ladrillo visto.
Lo bueno es que con el betún no es necesario lijar, eso que me he ahorrado, no es que quede muy vistoso con la foto que he hecho, pero mañana los cuelgo cuando este terminados, secos y montados, espero que se queden tintados por lo menos igual que mis dedos ahora mismo, ya no se si es betún o tinta china porque no hay manera de quitármelo por mucho que me las lave.
Manos y besos tintados.
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