martes, 26 de marzo de 2013

la alfombra: la limpieza

A mi desde muy pequeña me enseñaron que había que hacer dos limpiezas generales al cabo del año, la de invierno que siempre va a coincidir por Navidad que prepara la casa para los fríos inviernos, (y ya no vuelves a tocar una cortina en 6 meses), y la de primavera en la que descuelgas esas mismas cortinas ya polvorientas de las calefacciones invernales y las vuelves a lavar, y coincidiendo con estos días primaverales y el descanso vacacional de los muchachos que me deja algo de tiempo libre en mis múltiples viajes, estamos poco a poco sacando todo ese polvo y hollín invernal para dejar paso al aire libre primaveral, incluido su polen alergizante .
Había que empezar por algún sitio, y  la primera en caer ha sido esa que tanto os gustó y tanto calor ha dado este invierno: la alfombra. Si esa tan mona de yute de Ikea, esa que la aspiras y sigue llena de tierra, pero esta vez hemos decidido sacudirla.
 Mis adolescentes y yo la sacamos a la terraza la cogimos por las puntas (pesa una barbaridad) y quisimos  sacudirla , una ,dos y tres , a uno que se le cae encima del otro, el otro que no la esquiva  y simplemente come tierra, segundo intento, una, dos y tres esta vez sobre la que cayó fue sobre mi, ropa negra  convertida en jaspeado marrón y ahora es a mi a la que le toca  comer tierra, ¿sabéis lo que os digo ? se acabó la sacudida, que tengo la boca llenísima de hebras de yute , que ya esta bien, para adentro, ya veremos en Navidad que hacemos, por lo pronto volveremos al aspirado, mucho más higiénico y no tengo que estar media hora quitándome hebras de yute de la boca,si quiere, que siga soltando tierra, besos post limpieza.

martes, 12 de marzo de 2013

la hormona malhumorada

No suelo ser yo la que lleva al adolescente al instituto, pero esta semana me toca a mi, generalmente a esa hora hay tanto tráfico y es tan complicado meterse en las redondas infernales y coger una buena posición para no ser bloqueada , pitada, vilipendiada... que ni me fijo en los demás coches y menos en sus ocupantes. 
Pero hoy llevaba a mi adolescente con esa cara de enfado constante,  que yo he visto animales ir al matadero con cara mas alegre que la de mi hijo esta mañana, e intentaba sacarle algo más que un escueto monosílabo acompañado de un gruñido pero viendo que mi misión era absolutamente imposible, he levantado la vista y he mirado a los ocupantes de los demás coches.
Era el último semáforo de la última infernal y gigantesca redonda por la que se accede al barrio donde se encuentra el "matadero" del muchacho y a esa hora, todos eramos padres acompañados de sus respectivos adolescentes malhumorados y  como me ocurría a mi, supongo, intentaban sacar algo más  a sus vástagos, que si te recojo en tal sitio, que suerte en el examen, que si llevas almuerzo.... y todos con la misma suerte que yo, como mucho un monosílabo sin apartar la vista del cristal,  me he sentido parte del grupo " padres que aguantan el gruñido matinal a su hijo adolescente" (podríamos abrir un grupo en " feisbu" y todo).
El caso es que luego me ha tocado llevar al pre-adolescente , conversación fluida , risas, oyendo la radio y comentando, vamos la noche y el día, y me ha dado por pensar , ya sabéis, en la adolescencia todo es culpa de las hormonas , pero¿cual es la hormona del enfado absoluto? es verdad que recuerdo que a mi me pasaba lo mismo sobre todo por las mañanas, así que  he intentado recordar cuando perdí la  dichosa hormona del mal levantar matinal, porque la del malhumor permanente esa la sigo teniendo.
 Y lo he visto claro , el día en que me convertí en madre, a partir de ahí, tienes que levantarte como una rosa con todo el sistema operativo en marcha , las unidades de memoria puestas a máximo rendimiento y encima de buen humor para despertar a tus querido hijos con un beso  y una palabra amable y no pegarle un grito del tipo ·"!!!levanta vago!!!" que eso es malo para su autoestima y les crea ansiedad (dicen los manuales de la madre perfecta) y ahora ademas con una capacidad de aguante gloriosa, porque os juro que a mi esta mañana me salía mas lo del gruñido monosilábico que lo de la conversación amable, pero se supone que soy una adulta responsable y a mi no me afecta nada de nada porque menda dejó la adolescencia lejos hace ya un tiempo.grrrrrrr

domingo, 3 de marzo de 2013

hombres y televisiones

Aprovechando que Media Markt ha puesto la oferta de "cambia tu viejo electrodoméstico por euros "  decidimos comprar una televisión nueva llevando a cambio una  de 40 pulgadas  Sony pero de las antiguas , de esas de tubo que pesaban una tonelada ( le hemos sacado a la televisión 96 euros) que funcionaba muy bien hasta que el adolescente entró en acción, no sabemos muy bien que hizo, pero el televisor terminó en el suelo y nunca más volvió a funcionar (y nosotros empezamos a considerar la posibilidad de colgar televisiones de las paredes y evitar futuros estrellatos) .
El caso es que hemos comprado la nueva televisión , tras quedar como una extraterrestre entre el vendedor y mi santo, yo decía que para el dormitorio con una de 32 pulgadas ya estaba bien y ellos me miraban como si fuera de otro mundo, de un mundo donde no es necesario que veas al jugador de fútbol a tamaño real, tras arduas deliberaciones  nos plantamos  en 40 ¨ y menos mal  porque allí  todo te parece pequeño , te vas haciendo una ligera idea cuando recoges la caja y la montas en el coche , pero piensas "eso es el embalaje para que no se rompa !que exagerados!" y ya en tu casa ves la realidad , es muy grande, y más si va destinada a un dormitorio que es el caso , es demasiado grande , pero eso solo me importa a mi porque yo vivo con tres hombres y cuando se encendió la televisión  ya nadie me escuchó, todos quedaron abducidos, y yo me tuve que callar, eso si, ahora no es necesario que encienda la luz  por la noche, con la luz del televisor se ilumina todo el dormitorio y como es LED voy a ahorrar en luz y todo, siempre hay que encontrar el lado positivo y a todo se acostumbra uno, besos televisivos.
pd: y como pasó en la tienda, en la foto no la veo tan grande( eso dice mi santo, que se me engaña por la vista fácilmente)