Que un niño se levante con la temperatura un poco alta, por ese virus malvado que lo ha tenido revuelto este fin de semana, puede ser un problema para sus padres, pero no para mi , que se convierte en una estufa viva que suelta un calorcito estupendo , además como está algo pachucho no se mueve del sofá asegurando mi siesta calentita, y si intenta levantarse le ronroneo un rato y lo vuelvo a dormir,! que difícil es ser gato y manejar estos humanos! y luego esta la pesada de la cámara que no pierde oportunidad de pillarme en un renuncio y despertarme. lametones calentitos
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